¿Cómo funcionan los
fusibles?
A nivel doméstico e industrial existen diferentes tipos de fusibles pero
todos comparten una estructura básica formada por un filamento de metal
encerrado en una carcasa de vidrio o de cerámica. A nivel doméstico los
fusibles suelen estar en un caja central de fusibles por dónde pasan todos los
cables del edificio. También es frecuente encontrar cajas de fusibles por
habitación o, en instalaciones más antiguas, en cada enchufe.
Cuándo la electricidad fluye normal los fusibles permiten su paso a
través del filamento entre los distintos circuitos de la instalación. Si ocurre
una sobrecarga el filamento se calentará y se derretirá rompiéndose
e impidiendo que continúe el flujo de electricidad. Por lo general los fusibles
utilizados en los hogares son muy sensibles y por encima del nivel para el que
fueron diseñado tardan muy poco en romperse. Una vez que un fusible se ha roto
hay que reemplazarlo por uno nuevo.
Existen fusibles especialmente diseñados para soportar diferentes
voltajes. Lo mejor es utilizar fusibles con una capacidad ligeramente superior
que la corriente que normalmente pasará a través de él. De esta forma podemos
proteger adecuadamente a los aparatos y equipos conectados a la red.
¿Cómo funcionan los
interruptores automáticos?
Nota: El nombre puede
variar según la región. En España se suelen denominar interruptor
automático o simplemente automático. En México es frecuente
denominarlo breaker o pastilla. En otras zonas se denomina disyuntor.
Un interruptor automático puede funcionar de dos formas, con un
electroimán (o solenoide) o con una tira bimetálica. En ambos casos, la base es
la misma. Cuándo está en posición de encendido el interruptor permite que la
corriente eléctrica pase desde un terminal a otro a través del solenoide o de
la tira. Cuándo la corriente eléctrica supera un cierto nivel, la fuerza
magnética en el solenoide aumenta hasta que es capaz de empujar la palanca
metálica del commutador interno interrumpiéndose el paso de la corriente. En el
caso de las tiras, estas se doblan empujando a la palanca del interruptor y
rompiendo la conexión.
A diferencia de los fusibles, cuándo un automático salta no es necesario
sustituirlo por uno nuevo. Basta con volver a poner el interruptor en posición
de encendido. Los interruptores de circuito se suelen encontrar en un cajetín
en el que hay interruptores para diferentes partes del circuito eléctrico. Por
ejemplo, en una casa puede haber un interruptor para el circuito de iluminación
y otro para los enchufes o varios para los enchufes e iluminación de diferentes
habitaciones o zonas de la casa. Esta distribución junto al sencillo
funcionamiento de los interruptores permite cortar la corriente eléctrica de
zonas específicas del edificio fácilmente.
Otro uso común de los interruptores automáticos es en
interruptores de circuito con detección de falla a tierra. Estos interruptores
responden al equilibrio de la corriente eléctrica y no al sobrecalentamiento.
Si no hay balance en la corriente eléctrica el interruptor corta su paso
evitando descargas. Son muy útiles en cuartos de baño y cocinas donde hay
riesgo de electrocución por el continuo uso de aparatos eléctricos cerca de
fuentes de agua.
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